domingo, 2 de septiembre de 2012

AQUELLA EDAD INOLVIDABLE, DE RAMIRO PINILLA


El fútbol ha inspirado a buenos escritores, en la literatura y en el periodismo: Galeano, Montalbán, Enric González, Trueba, Segurola… y ahora Pinilla, Ramiro Pinilla, otra vez él.

Era buen momento -recién salidos del armario del forofismo español, de la euforia futbolística europea y patria, todavía ostentado símbolos en balcones, coches y tractores- para engendrar una novela emotiva sobre el fútbol y el club de la infancia y la memoria. Porque lo del Athletic parece una mera excusa para hacer literatura de la niñez y de la nostalgia. También de los ídolos y de la pasión: “En este mundo hay que tener algo grande por encima de nuestras cabezas. Unos tienen a Dios y otros al Athletic”, exclama a media novela el padre del protagonista, Souto Menaya, alias Botas, delantero vasco que firma el gol de la victoria contra el Madrid, saborea la gloria pasajera, conoce la desgracia de una lesión que le inhabilita, acaba atormentado ensobrando cromos entre los que está él mismo y se niega a traicionar a su club y a confesar al Marca que aquel gol definitivo lo metió con la mano, aunque la recompensa fuera un trabajo bien pagado (y sentado, el único posible para él). Alrededor de esa fábula, otras historias amargas: un noviazgo difícil, un padre forofo, una madre traumatizada, unos directivos ladinos. Y (con el fútbol de telón de fondo) la represión de posguerra, la identidad vasca, la inocencia de la infancia, la pasión, la épica, la fidelidad, la dignidad de decir “no”. Tantas cosas que acaban complicando una novela sencilla, tantas historias pequeñas en manos de un escritor grande.

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