martes, 1 de marzo de 2011

EL FACTOR HUMANO, DE JOHN CARLIN


Existe un recelo injusto entre lectores exquisitos, que identifican siempre bestseller con literatura despreciable, de consumo, paraliteratura. Error. Algunos (La conjura de los necios, El perfume, El nombre de la rosa…) dicen lo contrario. El factor humano también pertenece a esos superventas de calidad.

Con una cita del propio Mandela (“No hay que apelar a su razón, sino a sus corazones”) comienza el sensacional libro-reportaje, una larga investigación y biografía de la personalidad más poderosa del siglo pasado, pero incidiendo en el toque humano (Human Touch el título original): conciliador, generoso, seductor, afable y grande de espíritu. Cabría pensar que el libro procura agrandar la leyenda, pero tan gigantesco líder no lo necesita. Mandela, tras veintisiete años en prisión, encontró en el rugby y en el mundial de 1995, el instrumento político para ayudar a la construcción nacional, a la paz y estabilidad en Sudáfrica y lograr el gran reto de la unificación nacional después de cuatro décadas de odio racial de los blancos afrikaners y de feroz apartheid simbolizado en el rugby. Cambió el curso de la Historia logrando que la población y la resistencia negra apoyasen al odiado equipo de los Springboks -el emblema Springbok era un detestable símbolo del apartheid- y ganasen el mundial y celebrasen finalmente todos la victoria. Se ganó a los suyos y luego a los enemigos. Logró “crear sudafricanos”.

Carlin, con un lenguaje sencillo, mantiene la tensión y el ritmo del relato: hace literatura. Entrevistando a un repertorio de personajes principales de aquel momento memorable, con documentación, rigor y talento, Carlin hace además periodismo. Poco más se podía pedir. Si acaso, que Clint Eastwood hiciera Invictus.

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