sábado, 11 de junio de 2011

LA BICICLETA ESTÁTICA, DE SERGI PÀMIES



El paso del tiempo y la bicicleta estática como metáfora: los pies que imprimen movimiento para no ir a ninguna parte. Pàmies se ha hecho mayor, con toda la carga semántica y existencial: de acólito de Monzó, con quien todavía comparte equipo en La Vanguardia, a adquirir voz propia y diferenciada. Los 19 relatos son otras tantas etapas de este pedalear de salón. Cierto que no lleve muy lejos, pero tal vez ahí radique su encanto. Los destellos autobiográficos que los animan adquieren el rango de categoría (casi) universal, y por lo tanto, son fácilmente reconocibles: ecos de la niñez, de la relación con los padres, de la soledad (en pareja o tal vez no)...de uno mismo, en definitiva. Alguien definió alguna vez, creemos recordar, los relatos de Pàmies en calidad de tragos cortos como los que el bebedor ocasional se dispensa para digerir mejor los recovecos de la vida.

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