domingo, 13 de junio de 2010

EL FÚTBOL A SOL Y SOMBRA, DE EDUARDO GALEANO


Pase lo que pase y al efecto de rebajar la pasión, antes de que vengan para casa en cuartos (como siempre) y se suceda la depresión de un país entero, o traigan la Copa del mundo (como nunca) y se declare una semana entera de celebraciones, conviene deleitarse e instruirse a la vez con este libro del gran autor uruguayo, lo mejor que se ha escrito sobre fútbol.

El espíritu está claro ya en la dedicatoria inicial: para unos niños que hace años “se cruzaron conmigo en Calella de la Costa. Venían de jugar al fútbol, y cantaban: ganamos, perdimos, igual nos divertimos.” En esas cinco palabras y en las páginas siguientes se reivindica el fútbol virgen, en estado puro, no viciado por negocios ni millones. Fútbol de calle, de barrio y de barro, antes de que se impusiera “un fútbol de robots”… “tan pendiente del marketing y de los sponsors”…“que a medida que se ha hecho industria ha ido desterrando la belleza que nace de la alegría de jugar porque sí”

Galeano hace un recorrido ameno y breve por la historia de los mundiales y sus protagonistas: datos, ídolos, momentos, artistas del balón, leyendas, goles, anécdotas… Lo hace con su estilo inigualable, condensado y poético; cada pequeño texto es una gran historia, cada párrafo vale por un aletargante best seller actual.

Hoy el fútbol, como todo, se está uniformando en sus estructuras e intelectualizando a pie de barra, gracias a los nocivos periodistas deportivos. Resulta enternecedor escuchar en el bar a dos expertos aficionados –valga la contradicción- discutir sobre si nos conviene más el desborde de Iniesta o la verticalidad de Cesc (parafraseando a Millás ¿qué coño querrá decir verticalidad?)

Por todo eso apetece todavía más rescatar de la estantería este delicioso libro.

1 comentario:

  1. Los romanos pedían "panem et circenses", en este país se modifició en "pan y toros", y con el nuevo milenio se requieren canales de televisión (para ver telebasura) y comida rápida. Quizá no se haya avanzado demasiado. JB

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