sábado, 23 de octubre de 2010

LAS AVENTURAS DEL BUEN SOLDADO SVEJK, DE JAROSLAV HASEK




Bienaventurados los pobres de espíritu porque etcétera. ¿Qué les depara el sermón de la montaña a los sencillamente tontos? El buen súbdito Svejik, indignado como cualquier patriota de la olla podrida austro-húngara ante el magnicidio de Sarajevo
(estamos en 1914) se convierte en el buen soldado Svejk. Conocido es el lacerante retruécano de Unamuno. El orondo Svejk, a buen seguro onanista, y unamunista sin saberlo, jura obedecer las órdenes de sus patilludos oficiales hasta la última consecuencia. Y tamaña determinación desesperará a sargentos moravos, tenientes tiroleses, tal vez algún gris cabo austríaco de bigote a lo Chaplin... Siempre nos quedará la duda, a lo largo de los centenares de páginas de esta particularísima Anábasis, de si el checo borrachín y bonachón es imbécil o sólo lo finge. Y viéndolo en acción, convertido en un entrañable paladín del escaqueo, o tal vez en el arquetipo de la haraganería simpática, nos invade la nostalgia. Por favor, recuerden su mili con cariño antes de que se convierta en un concepto tan de comienzos del siglo pasado como el Imperio austro-húngaro y el miriñaque.

No hay comentarios:

Publicar un comentario