martes, 12 de octubre de 2010

MUNDINOVI, DE MIGUEL SÁNCHEZ-OSTIZ


Aunque se nutre de los primeros textos del autor, ya están en este libro las líneas de sus escritos posteriores: dietarios, lecturas y relecturas, anotaciones, pensamientos, escrituras y reescrituras, memoria y opinión, misceláneas, horas de trabajo y seguramente de contemplación. Todo ello abarca esta selección de artículos sobre personajes o hechos cotidianos que en su día interesaron al autor y que en el momento de recopilarlos quizá ya no le interesaban tanto; por eso subtitula el libro Gazeta de pasos perdidos.

Sánchez-Ostiz es un celebrado escritor –más escogido que multitudinario- prolífico y polifacético, o como diría cierto pedantuelo deportista, multidisciplinar. Ha tocado todos los palos (novela, poesía, ensayo, artículos) pero es en los diarios donde muestra mejor su magisterio.

Aquí, es verdad, se empeña en un ejercicio más esteticista que íntimo, al contrario que en sus dietarios posteriores. Eso y la falta de cronología convierten el libro en raro y fragmentario, por lo que su destino habrá sido o será sin duda las librerías de viejo a las que precisamente glosa en un capítulo: “Regresan, otoñales, los libreros de viejo a ofrecer su abigarrada mercancía que, en ocasiones, parece rescatada de un olvidado naufragio”.

En cualquier caso, se encuentre donde se encuentre el libro, sencilla y exquisita literatura.

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